En el ejercicio de su cargo, los administradores de una sociedad de capital deben cumplir con un riguroso régimen jurídico en el que cobran especial importancia los deberes de diligencia y lealtad. Estos deberes no solo abarcan las decisiones y actuaciones de los administradores mientras están en el cargo, sino que, en determinadas circunstancias, pueden implicar la revisión y asunción de responsabilidades derivadas de las actuaciones de administradores previos.
Dado que las obligaciones de diligencia y lealtad recaen sobre los administradores desde el momento en que aceptan su cargo, cabría pensar que no tienen responsabilidad por las acciones de sus predecesores. Sin embargo, la jurisprudencia ha abordado situaciones en las que los nuevos administradores pueden ser considerados responsables de los daños derivados de conductas pasadas.
La Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid
En la sentencia nº 307/2023, emitida el 3 de abril de 2023, la Audiencia Provincial de Madrid (Sección 28ª) mantiene la interpretación de que un administrador podría, en ciertos casos, ser responsable de los daños causados por actuaciones de su predecesor. Esta sentencia resulta relevante porque destaca la necesidad de evaluar si hubiera sido necesario, posible y razonable que el nuevo administrador actuara para corregir o mitigar las consecuencias de las decisiones de su predecesor.
La sentencia expone lo siguiente:
“Lo relevante es comprobar si el estándar de comportamiento de un empresario ordenado imponía la actuación que omitió el demandado, y a la que el socio minoritario liga los daños reclamados.”
Con esta argumentación, el tribunal establece que la responsabilidad de un nuevo administrador frente a las actuaciones de su antecesor no es absoluta, sino que depende de si un administrador diligente habría tomado medidas correctivas.
Medidas Preventivas para Nuevos Administradores
Para minimizar los riesgos de asumir responsabilidades derivadas de acciones pasadas, se recomienda que los nuevos administradores adopten ciertas medidas preventivas antes de aceptar el cargo. A continuación, se enumeran algunas de las acciones más relevantes que pueden proteger a los administradores entrantes y fortalecer su posición en caso de posibles conflictos.
Realización de una Due Diligence
Una de las primeras medidas que debe llevar a cabo un administrador entrante es realizar una due diligence exhaustiva sobre la actuación de los administradores anteriores. Esta revisión tiene como objetivo identificar posibles irregularidades, contratos desfavorables o compromisos que podrían generar problemas en el futuro. Al realizar esta evaluación, el administrador puede tomar decisiones informadas y, en caso de detectar problemas, plantear estrategias para corregirlos o mitigarlos.
La due diligence no solo es una herramienta de protección, sino también un ejercicio que demuestra la diligencia del nuevo administrador, un aspecto clave en caso de litigios o reclamaciones.
Contrato de Indemnity para Proteger al Administrador
Otra medida preventiva consiste en la suscripción de un contrato de indemnity con la sociedad y/o con los socios de control. Este contrato ofrece al nuevo administrador una protección legal frente a los actos de sus predecesores, estableciendo que cualquier responsabilidad derivada de acciones previas a su nombramiento será asumida por la sociedad o por los socios de control.
Este tipo de acuerdo puede resultar esencial para asegurar que el administrador entrante no tenga que asumir consecuencias financieras o legales por decisiones que él no tomó. Los contratos de indemnity son cada vez más comunes en el ámbito corporativo, especialmente en sociedades donde los cambios de administración son frecuentes.
Coberturas de la Póliza D&O (Directors & Officers)
Por último, se recomienda que el administrador revise la póliza de D&O (Directors & Officers) o seguro de responsabilidad civil para directivos y administradores, con el fin de confirmar que las coberturas de la póliza se ajustan a las necesidades del cargo y cubren adecuadamente posibles reclamaciones por actuaciones pasadas. La póliza D&O cubre los riesgos inherentes al cargo de administrador y suele incluir cobertura frente a demandas por decisiones de administración, negligencia o actos indebidos.
Asegurarse de que la póliza incluye cobertura para eventos anteriores al nombramiento puede ofrecer una tranquilidad adicional al administrador y minimizar el riesgo de responsabilidades no previstas.
Importancia de la Due Diligence y la Protección Legal
La due diligence y las medidas contractuales de protección, como el contrato de indemnity y la póliza D&O, son herramientas esenciales para cualquier nuevo administrador. Estas medidas no solo le permiten evaluar el estado actual de la sociedad y protegerse frente a posibles riesgos, sino que también le brindan una sólida defensa ante cualquier reclamación futura. La revisión previa a la aceptación del cargo demuestra una actitud diligente, acorde con los estándares legales y de buena gobernanza corporativa.
Conclusión
La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid pone de relieve la importancia de evaluar la responsabilidad de los administradores en función de su comportamiento y de la diligencia que apliquen al asumir el cargo. Aunque es comprensible que los administradores puedan verse reticentes a asumir riesgos por decisiones de sus predecesores, adoptar medidas preventivas puede reducir significativamente su exposición a responsabilidades legales.
Las recomendaciones aquí expuestas, como la realización de una due diligence, la firma de un contrato de indemnity y la revisión de la póliza de D&O, constituyen buenas prácticas para proteger a los administradores en el desempeño de sus funciones. Además, estas prácticas reflejan un compromiso con la transparencia y responsabilidad en la gestión, lo cual resulta fundamental para la confianza de los accionistas y el buen gobierno de la sociedad.
Adjuntamos a continuación el PDF con la sentencia: